Es lo que tienen las canteras de los grandes clubes. En ellas encontramos un sinfín de jóvenes diamantes en bruto, que hay que pulir poco a poco, hacerlo de la mejor manera para que cuando brille no lo deje de hacer. Y ese camino, que algunos muy bien toman, otros como Jorge López Marco, más conocido en el mundo del fútbol como Tote, pierden a pesar de contar con cualidades.
Hablar de Tote es como hablar de las habilidades de Juanma Lillo como entrenador. Si algo tienen en común es que son genios incomprendidos. Ni Tote llegará jamás a despuntar en un club de élite ni Lillo destacará nunca más que por su inconfundible labia. La razón, sólo el fútbol la conoce.
A Tote le encantaba hacer rabonas. Tal vez era la diablura que más dominaba. También le gustaba hacer chilenas, aunque no las dominara tanto. Pero nunca tuvo suerte. Y la suerte en el fútbol es la continuidad. Abandonó la cantera del Atlético cuando era juvenil para seguir los mismos pasos que Raúl, pero la confianza que depositaron en uno se diferenció de manera abismal con la que pusieron sobre el otro. En el Real Madrid nunca le apreciaron, lo cedieron de aquí para allá: que si ahora al Benfica que si ahora al Valladolid, que si ahora vuelves y no juegas y luego te devolvemos a Zorrilla. Y a Tote le pasó lo que le ha pasado a Guti: de tanto esperar ha pasado a ser una eterna promesa, aunque el ’14’ blanco haya corrido más suerte y, aunque a trompicones, no se haya movido en toda su carrera de Chamartín. Quien sabe si Guti hubiese seguido el mismo triste camino de Tote o, quizás, hubiese sido la indiscutible estrella de cualquier otro equipo. Pero de Guti ya hablaremos en otro capítulo. Porque hoy le toca a Tote ser el protagonista. Algo que siempre soñó ser en el club blanco, que no el de su vida, ya que su corazón, aseguran, siempre fue muy pero que muy rojiblanco.
Tote vivió su momento dorado en el Valladolid. Coincidió con Luis García, y mientras él ahora triunfa en las filas del Liverpool después de que tras un efímero paso por el Atlético el Barcelona le abriese la puerta, a Jorge López le ha tocado intentarlo, con más pena que gloria en el Betis, donde pasó temporada y media, en el Málaga, donde pasó media, de nuevo en el Valladolid, donde no pudo revivir rabonas del pasado, y en su actual club, el histórico Hércules de Alicante, en el que comenzó titubeante, con pitos incluídos de la afición por su presunta falta de motivación, pero a la que se ha ganado en las últimas jornadas hablando en el campo. Tote, tras una carrera intermitente y con 29 primaveras en su haber, puede soñar aún con ser el héroe de leyenda del Rico Pérez. Ahora, evitar el descenso a Segunda B es el objetivo.
Que gran serie amigo.
Tote llegó a marcar gol de rabona si no recuerdo mal… Una pena, pero nunca se le vió suficiente carácter como para llegar a ser alguien.
Un saludo!
Gracias, Andrés.
Que desgracia la de estos jóvenes de las canteras de los grandes clubes. A ver con qué suerte corren Portillo, Soldado, y otros tantos que se han marchado al exilio de los canteranos.
Gracias por tus reflexiones Francisco.
¿Francisco? ò_Ó
Tote no tenía mucha pinta de que llegara a “estrellita”. Hay otros como Rivera (el debutante más precoz de la cantera blanca, Raúl es segundo) que hacía arte con el balón y lo máximo que llegó fue a permanecer en primera con el Betis.
Te animo que sigas con la lista: Trashorras (ahora triunfando en Las Palmas, ya era hora!) Sandro, el mencionado Rivera, Aranzubía, Jandro, Mario Rosas, Dani Mallo, Corona, etc… etc…
Saludos !
Gracias, Jaime, la verdad es que hay tantos…
Trahorras, la ‘Brujita’ del Mini, el otro día vi que marcaba para Las Palmas y me acordé de su fugaz paso por la cantera blanca en busca de lo que el Barça no le dio.
Gracias por los nombres, alguno ya lo tenía ‘cazado’, pero hay otros que iremos desgranando poco a poco en siguientes capítulos :p
Salut!
La verdad…de la cantera del Real Madrid se pueden hacer varios post como estes. ¿Qué te parece el caso de Pavón? Este año el único que no ha jugado, y que en algún momento fue importante en el equipo. Él siempre quedará en la mítica frase de Zidanes y Pavones, que marco una no muy positiva etapa y politica del club. Pero en el fondo nunca ha llegado a triunfar.
Nunca le dieron una oportunidad grande, prefieren traer estrellas ya hechas!!
A Tote le pierde su carácter, si se supiera contener estaríamos hablando de un grandísimo jugador, es el mismo ejemplo que Cassano.
Un saludo