Roberto Losada Rodríguez nació en Vigo pero futbolísticamente se inició en el juvenil del Real Oviedo. El ‘Chino’, apodado así por sus rasgados ojos, debutó en Primera un 3 de septiembre de 1995, con 18 años y un futuro prometedor. Sin embargo, la expectativa se fue quedando en eso a medida que pasaban las temporadas. Llegó a jugar dos temporadas cedido en el Toledo y en el Mallorca, pero encontró en las lesiones el gran hándicap para triunfar. El Real Valladolid se hizo con sus servicios en 2003 y hasta el día de hoy, con 30 años, ha permanecido en el conjunto blanquivioleta. Parte de culpa de que el Villarreal fuese eliminado en los octavos de final de la Copa del Rey la tiene el ‘Chino’, que en una de las escasas oportunidades que le brindó el técnico José Luis Mendilibar, aprovechó para marcar un gol que valió media clasificación. Intentando volver a “sentirse futbolista” como él mismo declara, la UD Las Palmas es su nuevo equipo. Decimoctavos en Segunda, los canarios esperan de Losada los goles que nunca marcó.
Jugadores que nunca llegaron a estrellas
Jugadores que nunca llegaron a estrellas: Nano
Fernando Maceda da Silva, alias ‘Nano’. Joya de la cantera del Barcelona en la época de Van Gaal, fue el técnico holandés quien le hizo debutar. Su aparente talento fue objeto de deseo del fútbol inglés, especialmente del Arsenal, que le ofreció un megacontrato de 100 ‘kilos’ de los de antes más trabajo para sus padres. Sin embargo, el Barça le ofreció otra megarenovación y ahí empezó el comienzo de su decadencia (a pesar de ni siquiera haber explotado). Tuvo una grave lesión que casi le retira del fútbol, y posteriormente se convirtió en la eterna promesa que todavía es hoy. Dejó el Barça en busca del éxito en el Atlético y nada; probó fortuna en el Getafe y nada, y ahora en el Cádiz… sigue nadando. Con 24 años, el Rivaldo gallego que nunca fue sigue buscando su estrella.
Jugadores que nunca llegaron a estrellas
La Finta estrena una mini serie de algunos de los muchísimos jugadores a los que muchos de nosotros, en nuestro oculto espíritu de videntes pensamos o decimos “¡este va a ser muy bueno!” y después se convierte en un jugadorcillo. En uno más. En una desilusión. Un jugador que nunca llegó a estrella, a pesar de tener condiciones o a pesar de llegar avalado. ¡Ah! Y lo de “mini” no quiere decir que vaya a tener capítulos contados, sino que los artículos tendrán las líneas justas y necesarias para cada futbolista. Sin extenderse demasiado: directos. Me da a mí que será una serie infinita…
Con esto, damos la bienvenida a esos jugadores que nunca llegaron a estrellas: