| ARTÍCULO ESCRITO ORIGINALMENTE PARA NOTAS DE FÚTBOL [VER]
Con la Copa del Rey el miércoles, con escasas opciones en Liga y con el partido de la temporada a dos semanas vista, la prensa catalana ha optado por la vía más rápida para atraer la atención del lector: los rumores sobre fichajes. Por eso, durante los últimos días hemos ‘sabido’ que el Barcelona anda tras los pasos de varios futbolistas, uno de ellos goleador de moda y con un futuro resplandeciente: Karim Benzema.
Dejando a un lado la veracidad de las informaciones, lo que sí es cierto es que este verano en Can Barça se espera una pequeña limpia, o al menos una renovación en un vestuario en la que algunos hombres han pasado de ser fundamentales a formar parte del más puro ostracismo. Nombres como Deco, Márquez, Edmílson y evidentemente Ronaldinho han cumplido un ciclo, y otros como Oleguer, Ezquerro, Thuram, Zambrotta o Gudjohnsen no han cumplido con las expectativas o simplemente no sirven para el presumible nuevo proyecto.
Con todo, encuentro totalmente lógico que salten nombres práticamente a diario, aunque si observamos la posible lista de bajas, los únicos que podríamos calificar de delanteros (atacantes) son Ezquerro y Gudjohnsen. Sin embargo, ninguno ha venido actuando últimamente (sobre todo el riojano) como punta en la vanguardia barcelonista. Por ello, me extraña sobremanera que el principal objetivo, según el mentidero culé, sea el ariete del Olympique de Lyon. Posiblemente sea, la de delantero centro, la posición que más bien cubierta tiene el Barcelona de cara al futuro.
Tengo varios argumentos que confirman mi teoría. Uno, el coste de la operación: dicen los entendidos que el Lyon ya ha puesto precio de salida: 50 kilos. Nada más y nada menos. Me parece exagerado. Por tanto dinero por el único que apostaría a día de hoy es por Cristiano Ronaldo, que ya ha demostrado ser un futbolista con creces y no una joya a la que todavía hay que pulir. Por Benzema me gastaría, como mucho, la mitad de lo que pide el OL. Dos: el ataque blaugrana ya dispone de dos cazagoles (aparte de Henry, al que yo le daría una segunda oportunidad). El primero, el incontestable Eto’o. El otro, Bojan. Sería injusto que al chaval, que ahora está aprendiendo a volar, se le cortasen las alas de cuajo con la llegada del francés. Si Eto’o fuera traspasado (que lo dudo) o Henry dijese adiós antes de tiempo, quizá sí aprobaría la llegada de su paisano, aunque no depositando tan desorbitada cantidad.
Sin embargo, hay otro argumento, tal vez no muy fiable, que se remonta a experiencias ya vividas. Recuerdo que hace unos años el Real Madrid se gastó un pastón (5.200 millones de pesetas por entonces era bastante) por un futbolista con facultades similares a las de Benzema, Nicolas Anelka. El fichaje resultó ser un fracaso y a la mínima fue vendido. No digo que a Karim (que no parece tener la personalidad díscola del hoy jugador del Chelsea) le vaya a suceder lo mismo, pero como Anelka en su día estamos hablando de un ariete joven (20 años) y un aguacero de halagos que le pueden endiosar antes de tiempo. Además, y salvo Giuly (la excepción que confirma la regla), los franceses no suelen cuajar en la Ciudad Condal. Dugarry, Blanc, Petit, Déhu, Dutruel, Christanval o últimamente Thuram, Abidal o el propio Henry (el segundo ha declarado que su nivel ha bajado porque echa de menos las costumbres galas y el tercero porque le pasa lo mismo pero con su hijo) pueden dar fe de ello: jugadores de contrastada calidad que por extraños motivos no han sobresalido como se esperaba.
Así pues, y siempre teniendo en cuenta lo expresado en los párrafos previos, considero innecesario el fichaje de Benzema por el Barcelona. El reajuste en la plantilla no debe empezar por lo que sobra, sino por lo que falta. Este verano seguro que será más movidito que los anteriores en Can Barça. Más que nada, porque el crédito está en juego.